
¿Ya ha intentado perder peso con dieta y ejercicio? ¿Necesita un impulso adicional que le ayude a lograr sus objetivos personales?
El balón intragástrico podría ser la opción más adecuada para usted.
¿Para quién está indicada la intervención de colocación de un balón intragástrico?

La colocación de un balón intragástrico es una intervención temporal no quirúrgica que está indicada para adultos que no han logrado alcanzar sus propios objetivos personales de pérdida o mantenimiento de peso.
Este procedimiento mínimamente invasivo no requiere incisiones, puntos ni modificaciones anatómicas y no deja cicatrices. Se le coloca en el estómago un balón blando y lleno de solución salina, aproximadamente del tamaño de un pomelo, durante un máximo de 6 o 12 meses.
Combinar un balón intragástrico con un programa de control de peso con supervisión médica puede ser la solución que está buscando.
Hable con su médico sobre si puede ser un buen candidato para esta intervención endoscópica.
¿En qué consiste la intervención de colocación de un balón
El balón intragástrico ocupa espacio en el estómago y ralentiza el vaciado gástrico. Esto le ayuda a sentirse saciado más rápidamente y durante más tiempo. Esta intervención, junto con la ingestión de porciones más pequeñas y cambios en su estilo de vida, podría dar como resultado una pérdida de peso significativa.
El balón se introduce en un estado desinflado mediante una intervención endoscópica (a través de la boca). Una vez dentro del estómago, el balón se llena de inmediato con una solución salina a través de un pequeño tubo de llenado (catéter). El balón cuenta con una válvula autosellante y, una vez lleno, el catéter se retira con cuidado.
En un estudio pivotal realizado en EE. UU. con 255 pacientes, la duración de la intervención de colocación varió entre 5 y 45 minutos2.
Colocación del sistema de balón intragástrico:
Retirada del sistema de balón intragástrico:
Impulse su proceso de pérdida de peso: ¿Qué puede esperar de una intervención de colocación de balón intragástrico?
Los balones intragástricos facilitan que los hábitos alimentarios saludables se vuelvan parte de su rutina diaria. Aprenderá a escuchar a su cuerpo y a sentirse saciado con menos comida. De esta forma, la pérdida de peso podrá comenzar inmediatamente. Estos hábitos deben mantenerse incluso después de que se retire el balón para seguir avanzando hacia sus objetivos de salud personales.
Antes de la intervención
Es importante planificar el plan de atención para después de la intervención, incluso antes de la colocación del balón. Un equipo formado en el tratamiento de la obesidad analizará estos aspectos con usted y adaptará el programa a sus necesidades personales.
Los primeros tres meses
En los primeros días después de la colocación del balón, el organismo debe adaptarse a la nueva situación. Es posible que sienta malestar durante unos días mientras se acostumbra al balón. Su médico puede recetarle medicamentos para ayudar a controlar estos síntomas de manera proactiva.
Si nota dolor intenso, náuseas o vómitos (especialmente si ya se estaba acostumbrando al balón), póngase en contacto con su médico sin demora. Podría existir algún problema con el balón que debe ser atendido.
Notará resultados rápidos en la pérdida de peso y perderá la mayor cantidad durante los primeros tres meses. Los ajustes en sus hábitos alimentarios y su esfuerzo continuado por mantenerse activo influirán en gran medida en sus resultados.
Desde el cuarto hasta el sexto o doceavo mes
El balón ayuda a entrenar a su organismo para sentirse saciado con raciones más pequeñas.
El objetivo de este período es continuar construyendo hábitos sólidos y preparando su mente y su cuerpo para mantener el peso después de retirar el balón. Continúe trabajando con su equipo de atención sanitaria para optimizar su alimentación diaria, dieta y rutina de ejercicios.
El éxito después de la retirada del balón
En función de su plan de atención, el balón se retirará a los 6 o a los 12 meses.
Este es, en realidad, el momento en el que todo el esfuerzo debe dar sus frutos. Ahora ya ha reeducado a su cuerpo para reconocer lo que realmente significa sentirse saciado. Además, ha estado incorporando comidas más nutritivas en su dieta. Estos cambios en su estilo de vida le serán de ayuda mientras continúa con su proceso.
Resultados probados con los balones intragástricos
Mayor pérdida de peso que solo con dieta
y ejercicio.3
Dispositivos distribuidos en más de 80 países de todo el mundo4
Historias de pacientes con balones intragástricos: conozca a María Ángeles
Conozca a María Ángeles, una paciente que eligió la intervención del balón intragástrico para lograr su objetivo de pérdida de peso.
Preguntas frecuentes sobre los balones intragástricos
Todas las intervenciones tienen riesgos. Los pacientes deben hablar con su médico para comprender todos los riesgos antes de someterse a cualquier intervención.
Para poder usar el balón intragástrico debe ser mayor de edad, tener un índice de masa corporal (IMC) superior a 30, no haber logrado perder peso y mantener dicha pérdida con un programa de control de peso supervisado, y estar dispuesto a participar en un programa con supervisión médica.
Es importante entender que el balón es una herramienta para ayudar en la pérdida de peso y debe ser utilizada junto con una dieta, ejercicio y un programa de modificación de conducta. La cantidad de peso que pierda
y mantenga dependerá de lo fiel que sea manteniendo su dieta y adoptando los cambios de estilo de vida a largo plazo. Estudios clínicos sobre el balón gástrico han demostrado que la pérdida de peso varía de una persona a otra. De promedio, los pacientes perdieron 3,1 veces más peso que aquellos que solo seguían un programa de dieta y ejercicio.1 En el estudio clínico estadounidense, los pacientes perdieron un promedio de 9,8 kg.
Los balones intragástricos han sido evaluados en más de 250 estudios clínicos publicados a nivel mundial, y se han notificado fugas o desinflado del balón después de la colocación en menos de 1 de cada 100 pacientes en un período de 12 meses. Sin embargo, si el balón se desinfla espontáneamente, es posible que ya no se sienta saciado después de comer. Si sospecha que este puede ser el caso, notifíqueselo a su médico de inmediato. Una simple radiografía abdominal puede determinar si el balón se ha desinflado.
Si es así, su médico se encargará de retirar el balón desinflado.
Los estudios clínicos publicados3 han demostrado que, siempre que los pacientes sigan el régimen de alimentación y ejercicio prescrito, mantienen la pérdida de peso mediante la dieta después de la retirada. Así que, si se mantiene fiel a su nuevo estilo de vida saludable, estará en el buen camino para mantener la pérdida de peso.
Es muy probable que la presencia del balón en el estómago le cause náuseas o vómitos después de la colocación. En algunos pacientes, estos síntomas pueden durar de una a dos semanas. Su médico puede recetarle medicamentos para ayudar a minimizar estos efectos. Los pacientes deberán ponerse en contacto
de inmediato con su médico si experimentan síntomas graves o inusuales, como dolor intenso o vómitos.
El balón también puede hacerse más grande mientras está en el estómago. Esto se ha observado en aproximadamente 1 de cada 400 pacientes. Si sospecha que el balón está aumentando de tamaño, póngase en contacto con su médico. Es posible que le hagan una radiografía para confirmar si ha ocurrido esto. Si es así, debe extraerse el balón.
El balón está fabricado con un material de silicona muy blando y suave para reducir al mínimo el riesgo de irritación de la pared del estómago. También se le recetarán medicamentos para reducir la acidez del estómago y ayudar a proteger la pared estomacal. Los pacientes con una cirugía estomacal previa no son aptos para la intervención debido a un mayor riesgo de que el balón cause perforación en el estómago. Algunos pacientes sin cirugía estomacal previa también han tenido perforaciones en el estómago. Se debe indicar a los pacientes que se comuniquen de inmediato con su médico si experimentan dolor intenso
y náuseas. Puede ser necesario extraer el balón.
El balón debe retirarse en el momento indicado. Dejar el balón en el estómago durante un período más largo aumenta ciertos riesgos, especialmente el riesgo de desinflado del balón. Si el balón se desinfla, existe el riesgo de que cause una obstrucción en el estómago o en los intestinos. Esto sucede con poca frecuencia, pero debe programarse la extracción del balón poco después de su colocación para evitar demoras.